Antigua estación de Valdeltormo. Foto aportada por Antoni Dilla. La imagen forma parte de la Galería de Fotografía Antigua de Valdeltormo.
Seguro que los más mayores han oído hablar del incendio del autovía Zaragoza-Tortosa en la estación de Valdeltormo. Fue la noche del 28 de diciembre de 1947. Los maquis subieron al tren, obligaron a bajar a los viajeros y lo hicieron saltar por los aires. Afortunadamente no hubo heridos. Tras el atentado, los bandoleros, fuertemente armados, huyeron hacía el monte en dirección a Valjunquera.
Todo ocurrió tal día como hoy hace 73 años. El 15 de noviembre de 1947 un artefacto explosivo destrozó las vías a su paso por el puente del Matarraña. Podía haber sido una tragedia porque minutos antes había pasado un tren. Afortunadamente no hubo heridos, sólo se destruyó parte de la infraestructura férrea. El servicio de la línea quedó interrumpido durante varias horas, mientras los operarios reparaban el destrozo. El autor, según la Jefatura de Comandancia de la Guardia Civil de Alcañiz, fue probablemente “un enlace de bandoleros”.
Los hechos se produjeron en el kilómetro 60 de la línea férrea. Fue exactamente a la entrada del viaducto sobre el río Matarraña, en el término municipal de Torre del Compte. Como no se produjeron heridos, el informe de la Guardia Civil argumenta que no fueron los maquis los autores sino más bien algún simpatizante o “enlace” de los bandoleros. Pero lo cierto es que aquel sabotaje al tren hoy está catalogado por los historiadores como uno de los actos realizados por los guerrilleros antifranquistas.
Tal día como hoy, hace 72 años, dos vecinos de Valdeltormo fueron fusilados por la Guardia Civil. España ya no estaba en guerra, había acabado hacía más de ocho años, pero ellos no tuvieron juicio ni sentencia. Genaro Fuster y Rogelio Cuartilla, junto a seis personas más, fueron ejecutados de forma extrajudicial. Sus cuerpos nunca han sido encontrados.
Genaro Fuster junto a su esposa Emilia Ferrer y su hija Carmen.
El 11 de noviembre de 1947, Genaro y Rogelio salieron de la cárcel de Alcañiz, junto a seis personas más. Los ocho fueron conducidos por varios guardias civiles a la zona conocida como Mas de la Serra, en el término municipal de Monroyo. Allí les fusilaron.