Hoy día 10 de Noviembre me he despedido de tí de la única manera que no hubiese querido hacerlo nunca. Lo más lamentable es que ha sido para siempre, y lo más duro es que he sido yo el que te ha cerrado la ultima portezuela que te aferraba a nosotros los vivos.
Pepe, me derrumbé el día que me dijeron lo que te había pasado, dejaba pasar los días antes de preguntarle a tus padres si era cierto lo que se decía, con la esperanza de que el día que se lo preguntase la contestación fuese que estabas mejor y que sólo había sido un susto, pero no, estuviste tres meses luchando por agarrarte a la vida y nosotros y toda tu familia con la esperanza de que salieses de esta, pero al final no ha podido ser.
Hoy sólo tengo ganas de escribir y revivir los recuerdos que tengo tuyos: Ese saludo cada fin de semana que subías al pueblo y nos veíamos: «¿que pase noi? ¿com va machote?». Esas riñas cuando teníamos 6, 7u 8 años siendo vecinos, en las que tenían que venir nuestras madres a separarnos y a encerrarnos en casa hasta que se nos pasara el enfado. Esa Primera comunión tan accidentada que tuvimos. Después de confesarnos y prepararnos,cuando llegó el sagrado día todos excepto tú estabamos reunidos en la iglesia. Tras ver que solo pasaban tus padres a tomar la comunión yo me preguntaba: ¿lo habrán castigado por algo que hicimos ayer? pero no; pronto me dijeron que esa misma noche habías cogido el sarampión, lo que te obligó a recibir la primera comunión en casa después de terminar la misa. Yo quería ir co mi traje de marinero a acompañarte y no recuerdo muy bien si me dejaron; lo que si recuerdo, y muy bien, es que al cabo de los días te estaba chinchando con el traje de marinero, que si tu no te lo has puesto ,que si no tienes fotos ¡Que inocentes!. Luego pasaron los años y no recuerdo si tenias 13 ó 14 años cuando te fuiste a Lérida, lo que si recuerdo es que lloré, lloré tu marcha, se había ido mi mejor amigo y sólo me hacia una pregunta: ¿por qué se ha marchado?.
Ya sabes que cuando teníamos tiempo y hablábamos últimamente te decía:»Pepe, cuando te jubiles vente para el pueblo y aunque tu no has sido mucho de fiestas, has estado y te ha gustado el pueblo». Por eso mi querido amigo lloré cuando te marchaste a Lérida y he llorado más tu regreso por ultima vez a tu querido pueblo. No sé si leerás mi carta, pero si, estés donde estés, alguien te cuenta algo de lo que yo te he escrito hoy, no me contestes ahora, espera que ya me lo contarás algún día cuando nos veamos.
TU GRAN AMIGO.
José Miguel Timoneda Puyo – Valdeltormo. Noviembre 2006
jo conoci a jose luis moreno timoneda y ha sido muy doloroso conocer esta noticia despues de tantos años siempre esrara presente en mi vida. un beso.