Soy un concejalico de un pequeño pueblo,de los muchos que no tenemos coche oficial, ni asesores, somos de los que tenemos que pagarnos algunas veces la comida y la gasolina, el teléfono y lo que se tercie.
No tengo ni idea de grandes proyectos urbanísticos, como Romaredas, Seminarios, Expos, etc. Lo mío son los caminos, las acequias, pavimentar alguna calle, las fiestas, nuestra tercera edad, la gente joven, intentar traer industrias al pueblo y rendir cuentas a diario con mis vecinos porque no funcionan bien los canales de TV o el reloj del pueblo mientras nos tomamos un café. Sigue leyendo